Cuando los políticos están en campaña no llevan una dieta del todo sana. Se sabe que los viajes relámpago, las cenas y almuerzos especiales y el desorden habitual que conlleva juegan en contra de la salud. Pero lo de Donald Trump superó cualquier límite.
A través de un libro publicado por dos antiguos asesores de la campaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se supo algunos detalles curiosos del mandatario.
Corey Lewandowski y David Bossie revelaron en “Let Trump be Trump” el menú insalubre que comía el magnate cuando buscaba la presidencia de los Estados Unidos.
En sus páginas se lee que cuando Donald Trump optaba por hacer un pedido a McDonald’s siempre pedí como mínimo:
• Dos Big Macs
• Dos hamburguesas de pescado frito y
• Un batido de chocolate
Un menú con un alto contenido graso, muy superior a lo recomendado, ya que el contenido en total es de 2 mil 420 calorías, un número altísimo si se tiene en cuenta que la cifra habitual que se aconseja es cerca de los 2500 por día.
Lo peor de esa comida son los 112 gramos de grasas que contiene, pues representan el 172% de lo que Trump debería ingerir cada 24 horas, además, se excede en el sodio, ya que supone 3 mil 470 miligramos de sal, un 144% de la dosis diario recomendada.
En varias ocasiones, el ahora presidente de EU ha confesado ser un amante de la comida rápida, tanto que ha llegado a pedirles a los chefs de la Casa Blanca que imiten algunos platos de McDonald’s.
"En el Trump Force One había cuatro grandes grupos de alimentos: McDonald's, Kentucky Fried Chicken, pizza y Coca Diet", señala el libro.
El texto, además, reveló que Trump le tiene fobia a los gérmenes, por lo que no come de ningún paquete que esté abierto de antemano. De esta forma, el avión tenía una cantidad importante de snacks, galletitas y aperitivos para el gusto del magnate.
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