Aunque muchas mamás ya pusieron el árbol de Navidad, es importante recalcar algunas medidas básicas de seguridad para evitar que ese árbol se convierta en un peligro para nuestros niños.
La idea, más allá de proteger la integridad del árbol y sus adornos, es que nuestros hijos estén seguros.
Estos son tres consejos sencillos pero importantes:
1. Los adornos deben ser grandes y de materiales seguros. Así si se rompen o caen en sus manos (o en sus bocas), no corren peligro de ahogamiento o cortaduras.
3. Sujetar el árbol de algún lugar, de modo que no se caiga si el niño jala alguna rama. Así reduces la posibilidad que le caiga encima.
No olvides que la seguridad de nuestros hijos es primero, esperamos que estos consejos te sirvan.
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