Ya llegó el invierno y con él los frentes fríos que están acechando gran parte del País, pero incluso en las ciudades que se mantienen aún cálidas, siempre hay alguien que no importa la temperatura siempre tiene frío, así estén apenas a 20 grados ya trae encima la chamarra térmica.
Muchos los tachan de ridículos o exagerados, pero algunos de ellos verdaderamente sienten frío y esto puede ser una señal de que algo está mal en su cuerpo.
¿Te ha pasado? ¿Conoces a alguien así? Esto es lo que tu cuerpo trata de decirte cuando sientes frío constantemente.
Entre las causa médicas para la baja temperatura corporal se encuentra la anemia, un trastorno sanguíneo causado por la escasez de glóbulos rojos, los cuales transportan oxígeno a todo el cuerpo a través de la sangre, razón por la cual también funcionan como reguladores de la temperatura corporal. Además de sentir frío, debes estar alerta de señales como dificultad para respirar, mareo, dolor de cabeza, palidez, dolor en el pecho y, por supuesto, frío en las manos y los pies.
Otra posible causa de ese frío que parece inexplicable puede ser una baja presión arterial, lo cual se traduce en una menor circulación de flujo de sanguíneo y, a su vez, menos oxígeno fluyendo a órganos y extremidades, lo que también puede provocar que hagas brincar a más de una persona del susto con tus manos frías. Al igual que en la anemia, algunos de los síntomas son dolor de cabeza, somnolencia, palidez y debilidad. Así que hay que estar atento a estas señales. Si bien es normal de vez en cuando sentirse cansado y desganados cuando esto sucede de la nada o de manera demasiado constante y va acompañado de sentir frío definitivamente se trata de tu cuerpo diciéndote algo.
El hipotiroidismo consiste en una actividad tiroidea baja, lo cual significa que la glándula tiroides no genera suficiente cantidad de hormonas y son las encargadas de controlar el metabolismo, por lo que al alentar el ritmo de los procesos del cuerpo se puede desencadenar una mayor sensibilidad al frío ya que algunos órganos trabajan más lento de lo normal. Esto a su vez puede provocar palidez, resequedad, inflamación del rostro, alto colesterol y aumento de peso inesperado. Uno pensaría que esa grasita extra podría ayudarte para no sentir tanto frío, pero en este caso el problema está en el interior de tu cuerpo.
Ahora que también existen causas un poco más graves, como la enfermedad de Raynaud, al cual es un trastorno poco frecuente de los vasos sanguíneos que afecta generalmente los dedos de las manos y los pies. Esta enfermedad provoca un estrechamiento de los vasos sanguíneos cuando la persona siente frío o estrés, de manera que la sangre no puede llegar a la superficie de la piel y las áreas afectadas se vuelven blancas y azules.
Cuando el flujo sanguíneo regresa, la sensación tampoco es muy agradable, pues la piel tiende a enrojecerse y se presentan unas palpitación u hormigueo. Además, en casos severos, la pérdida del flujo sanguíneo puede causar llagas o muerte de los tejidos, es decir la pérdida usualmente de dedos o incluso la punta de la nariz.
Esta condición es más común en personas que habitan climas fríos, y se presentan con mayor tendencia en mujeres con antecedentes familiares de la enfermedad y en personas mayores de 30 años.
Tener frío puede ser hasta cierto punto placentero para algunas personas, pues suelen relacionarlo con las fiestas navideñas, las bebidas calientitas y la ropa de invierno que algunos tanto disfrutan, pero para otros ese frío es una advertencia de sus cuerpos, una señal inconsciente de que la siguiente parada no debería ser a la tienda más cercana para realizar compras navideñas, sino directamente al médico.
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