La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, se reunió hoy con Gabriela Blas, una mujer de la etnia aimara que hace unos años fue condenada a doce años de prisión tras ser procesada por el abandono de su hijo, quien fue hallado muerto, informaron fuentes oficiales.
Mientras pastoreaba en julio de 2007 en el altiplano del norte de Chile, a Gabriela Blas se le extravió su hijo, de tres años, que fue encontrado sin vida en diciembre de 2008, cuando su madre fue detenida, procesada y condenada.
Lo anterior, pese a que ella denunció de inmediato el extravío del niño a la policía, ocurrido mientras trataba de recuperar dos animales que se habían separado del rebaño.
La mujer pasó tres años en prisión preventiva, incluidos tres meses en una celda de aislamiento, antes de conocer la sentencia, en abril de 2010, tras dos juicios orales.
Varios grupos defensores de derechos humanos asumieron su defensa y recurrieron al Gobierno de Sebastián Piñera, que en 2012 la benefició con un decreto que redujo su pena a la mitad, por lo que continuó presa durante otro año antes de recuperar su libertad.
Gabriela Blas denunció al Estado de Chile ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por vulneraciones a derechos y garantías reconocidos por la Convención Americana sobre Derechos Humanos y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer.
El Estado de Chile alcanzó finalmente un acuerdo de solución amistosa con Gabriela Blas, parte del cual se cumplió este jueves al ser recibida por la presidenta Michelle Bachelet.
Con información: EFE
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