El frío puede contribuir al desarrollo de múltiples trastornos para la salud. Al pasar más tiempo en interiores y acudir a lugares concurridos la transmisión de infecciones de vías respiratorias se vuelve más frecuente.
Edith González Vázquez, infectóloga, comentó: “Con el frío pues siempre tenemos más infecciones en vías aéreas empezando desde rinitis, faringitis, bronquitis y hasta llegar a neumonía, las principales van a ser las de vías respiratorias altas y pues por lo general estas van a ser virales”.
Las personas que tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones como la neumonía son los niños menores de cinco años de edad y los adultos mayores de 65, además de los pacientes con asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica, principalmente.
La piel es otro órgano que se ve afectado por las bajas temperaturas, las lesiones pueden ir desde trastornos leves como sequedad y enrojecimiento hasta grave daño del tejido celular subcutáneo.
Jaime Ferrer, dermatólogo, dijo: “Vemos la piel bien seca y se le llama eczema de invierno o vemos la presencia de sabañones que son hinchazones de los dedos de color violeta que a veces pueden ir nada más como un piquetito de mosco o a veces como vejigas y a veces pueden tener un contenido turbulento como unas pústulas, también tenemos cuestiones inmunológicas como las urticarias por frío”.
A nivel del sistema circulatorio, el frío provoca una reducción del flujo sanguíneo que aumenta el riesgo de sufrir un infarto cardíaco.
La reducción de la circulación también es responsable de los efectos de llamada hipotermia, que afecta principalmente a las personas que viven en la calle o a aquellas que no cuentan con la posibilidad de calentar su hogar.
Una persona con las manifestaciones debe recibir atención inmediata a fin de evitar un desenlace fatal.
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