Apenas unos minutos después de nacer, acabó en un contenedor. Es lo que le ocurrió a una bebé prematura en la ciudad de Xuanwei, en el sur de China, la semana pasada.
Su padre la lanzó al cubo de basura tras nacer en el octavo mes de embarazo en la vivienda que compartía con su novia. Afortunadamente, algunos vecinos encontraron a la pequeña aún con vida y avisaron a los agentes. Una mujer jubilada sacó a la niña del contenedor y la acunó hasta que llegaron los policías, que más tarde localizaron a sus padres, según informa la cadena de televisión CCTV.
Los progenitores de la menor alegaron que creían que su hija estaba muy enferma y que no iba a sobrevivir, por lo que "prefirieron tirarla en lugar de ir al hospital".
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