Catorce de los 37 sensores sísmicos de Oaxaca dejaron de operar debido a que los recientes vientos que se registraron en la zona derribaron una torre de telecomunicaciones en la estación de Cuajimoloya.
Ante la caída del sistema, la Coordinación Nacional de Protección Civil de la Secretaria de Gobernación, entregó, a través del Fonden, tres millones de pesos al Cires para atender la emergencia.
El 3 de julio de 2017 sucedió algo parecido, se cayeron el 42 por ciento de las estaciones sismo censoras del Sistema de Alerta de Oaxaca, se arreglaron de emergencia, igual que ahora, de no haber sido así, no se hubiera alertado a la población en tiempo y forma en los sismos del 7 y del 19 de septiembre.
A partir de este viernes comenzarán los trabajos para restaurar la operación de los 14 sensores que no operan, se espera que en menos de una semana estén reparados.
El Centro de Instrumentación y Registro sísmico es una Asociación Civil que opera el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano desde 1991; sin la operación de este centro no funcionan las alertas sísmicas en el país.
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