"Morir" en Carnaval


La estampida del 2010 no se olvida
"Morir" en Carnaval

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sábado, 3 de febrero de 2018 11:00

Era martes de Carnaval. Los mazatlecos estaban ansiosos por disfrutar del último día de la gran fiesta. El desfile se esperaba con ansias y desde temprano se apartaron lugares sobre el Malecón. La familia acudía, como año tras año, con comida, confeti, matracas, y demás indumentaria para hacer relajo y pasarla bien.

El desfile transcurría con normalidad. La fascinación por los carros alegóricos, el contoneo de los bailarines y el estallar de los juegos artificiales se daba como en años anteriores.

De repente, mientras algunos carnavaleros le daban una mordida a la tostada de ceviche y otros consumían su bote de cerveza, llegó el rumor de que acababa de iniciar una balacera a las afueras de un conocido casino del paseo costero. Los asistentes no hicieron preguntas y se echaron a correr, convirtiéndose en un maratón en pleno carnaval. En el trayecto tratando de huir para evitar ser alcanzado por las balas, algunos se olvidaron que iban con más gente, y entre sus deseos de salvarse y salvar a su familia, llegaron a pensar que la vida se les iría, cuando cinco minutos atrás hacían su mejor esfuerzo por alzar el pescuezo y admirar la belleza de la reina del Carnaval.


Esto fue lo que ocurrió el 16 de febrero durante la celebración del carnaval 2010 ¡Con Fervor Patrio! , una edición que estuvo rodeada por angustia y congoja desde su principio.

Desde meses atrás se había presentado una ola de inseguridad en el puerto, con la ejecución de personas, ataques a policías, cuerpos desmembrados dejados en la vía pública, narcomantas y demás,  por lo que empezó a circular el rumor de que una serie de atentados ocurrirían durante los festejos. Se decía que durante los desfiles, francotiradores estarían en las azoteas de los hoteles dispuestos a accionar armas. 

Para fortuna de los mazatlecos nada de esto ocurriría, pero la psicosis se fue alimentando desde el jueves y estalló para el martes. Bastó una supuesta riña a la altura del Hotel De Cima para que un confundido gritara “balazos” y se generara una estampida de miles de personas.


El maratón humano dio como resultado puestos de comida volcados, niños extraviados, personas desmayadas y pisoteadas, así como carros alegóricos abandonados. Y es que como dice el refrán: “más vale que digan que aquí corrió una gallina que aquí murió un gallo”.


De manera prodigiosa, la entonces Reina del Carnaval, Astrid Macías, terminó el recorrido a bordo de su carro alegórico, aunque lanzando besos y saludos a tierra de nadie.

El desfile se reanudó después de la confusión pero sólo para tirar patadas de ahogado. Los pocos carros alegóricos que quedaban iban vacíos, en medio de las calles había sillas destrozadas, y ya no se encontraba nadie con ánimos para presenciar el desfile. 


Al día siguiente el entonces alcalde de Mazatlán, Jorge Abel López Sánchez, salió a acusar que los rumores habían iniciado por una persona "contratada" por sus opositores políticos, con el objetivo de influir en las elecciones municipales que estaban por realizarse. Al final esto nunca se confirmaría; pero lo que sí fue un hecho es que cinco meses después, el partido de oposición se quedaría con la administración política del puerto. 


El Carnaval del 2010 ha sido uno de los peores en la historia reciente de Mazatlán, al menos en afluencia de personas. La inseguridad privó a muchos mazatlecos de disfrutar de su máxima fiesta. Y para el martes, el último día de los desanimados festejos, se cerró el episodio con un moño negro que hoy se recuerda con una sonrisa nerviosa. 


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