En el día la entrada a la pequeña cueva no parece diferente a otras, pero justo antes del atardecer todo cambia. Uno por uno comienzan a despertarse, un sonido aturdidor empieza a retumbar en las paredes y luego, de la nada, sucede: una gran nube negra invade el cielo, como si algo los catapultara salen de su escondite.
No son aves ni insectos, son las criaturas de la noche de la Cueva de Los Murciélagos, ubicada en la entrada a El Maviri, a 10 minutos de Topolobampo.
En esta pequeña cueva, que en realidad es más bien un tejado de piedra, viven amontonados tres millones de estos incomprendidos seres que son considerados de “mal agüero” por muchos. Sin embargo, una hora y media antes del anochecer, aunque sea por unos minutos, son apreciados por los turistas no como criaturas malignas sino como un increíble espectáculo.
A menos de cinco metros el olor es insoportable, además de que no es recomendable acercarse tanto debido a las esporas que abundan en el aire, las cuales pueden afectar el sistema respiratorio sin la protección adecuada. Por ello los mejor es mantenerse a unos 15 metros de distancia para disfrutar de este show.
A pesar de lo que se dice sobre los murciélagos, la realidad es que ni chupan sangre, ni son ciegos, al contrario pueden ver tres veces mejor que los humanos y juegan un papel privilegiado en la regeneración de la flora al ser uno de los principales distribuidores de semillas y evita la proliferación de pagas de insectos al cazarlos como cena.
La cueva se ha convertido en un atractivo turístico, tanto que a sólo cinco minutos existe un área de comida y a menos de 20 metros se abre paso una carretera, lo que permite llegar fácilmente hasta ella.
México está lleno de maravillosos recovecos, maravillas escondidas que vale la pena conocer. Aprovecha esta oportunidad, visita la Cueva de los Murciélagos esta Semana Santa y disfruta de un espectáculo natural único en el mundo por su fácil acceso.
Notas de interés:
