El Delegado del Instituto de Antropología e Historia en Sinaloa, Francisco Ríos Avendaño, señaló que la demolición de la Casa del Marino sigue en pie, al no considerarse un monumento histórico.
En cambio, al Fuerte 31 de marzo, sólo se le realizarán remodelaciones. Esto con el fin de desarrollar en el lugar proyectos culturales, musicales y gastronómicos y así, convertirlo en un atractivo turístico más para el puerto.
El Delegado indicó que se tiene planeada la construcción de otra Casa del Marino, que cumpla la función de sede para marinos mercantes de Mazatlán y de otros lugares. Detalló que el actual recinto, no se ha utilizado para dicho propósito en más de tres décadas.
Hizo hincapié en que gran parte de la estructura de la Casa del Marino se encuentra devastada, pues por el material con el que está construida, gradualmente se ha visto deteriorada por la salinidad del mar.
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