La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas instauró desde el 2008 que cada 2 de abril se conmemore el Día Mundial del Autismo, para fomentar una sociedad inclusiva y contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas con autismo.
Este año, la conmemoración se centra en la importancia de empoderar a las mujeres y las niñas con autismo y de involucrarlas, tanto a ellas como a sus organizaciones, en las políticas y en la tomas de decisiones, pues de acuerdo con la ONU, están sujetas a una doble discriminación: de género y por discapacidad.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, 1 de cada 160 niños presenta esta condición en el mundo y la incidencia se incrementa un 17% al año.
En el 2016 se hizo un estudio que calculó que en México 1 de cada 115 niños tiene autismo, sin embargo, la incidencia en la vida adulta se desconoce.
En México como en el mundo, en este día los edificios y monumentos más emblemáticos se tiñen de azul para recordar este día. El autismo se identifica por el color azul y una pieza de rompecabezas.
El azul representa la tranquilidad que las familias y las personas dentro del espectro autista necesitan para convivir con esa condición, en tanto que la pieza de rompecabezas, significa que una persona con autismo no se aísla porque quiere, necesita el apoyo de los demás.
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