Emma Philips es una estudiante de 24 años y tuvo que recurrir al servicio de emergencias para que pudieran sacarlo de su ano, lo más raro es que no había notado que este estaba en su ano hasta que vibró. Ella y su pareja intentaron sacarlo con unas pinzas de acero pero el vibrador estaba tan metido que decidieron dejar de lado la vergüenza y recurrir al médico. Finalmente tuvo que ser intervenida quirúrgicamente para poder sacar este juguete de su cuerpo.
Esta chica contó su historia y la empresa que había fabricado el vibrador que se quedó atorado le envió uno nuevo por lo que la chica decidió subir una fotografía con el acompañado del texto "el vibrador malvado"
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