Washington, 27 abr (EFE).- El comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de EE.UU. concluyó hoy que no hubo conspiración entre el equipo de campaña del presidente Donald Trump y el Kremlin, en la versión desclasificada de un informe sobre su investigación de la llamada "trama rusa".
La investigación del Comité de Inteligencia, que se inició el pasado mes de enero, tenía entre sus principales objetivos el determinar si existió, o no, algún tipo de coordinación entre el Kremlin y el equipo de campaña del ahora presidente.
"Al ser preguntados directamente, ninguno de los testigos entrevistados dio pruebas de una conjura, coordinación o conspiración entre la campaña de Trump y el Gobierno ruso", establece el informe.
El documento, respaldado solo por los republicanos del comité, afirma que no se encontraron "evidencias" de que, a pesar de sus vínculos con Rusia, los negocios del multimillonario antes de que comenzara la campaña electoral pudieran haber cimentado una posible conspiración entre el equipo de Trump y el Kremlin.
Trump se hizo eco de esas conclusiones, que interpretó como una victoria, y usó su cuenta personal de Twitter para llamar al fin de las investigaciones de la "trama rusa".
"El informe del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes ha sido divulgado. 'No hay evidencias' de que la campaña de Trump conjurara, se coordinara o conspirara con Rusia. (...) ¡Guau! ¡Una absoluta caza de brujas! ¡DEBE TERMINAR YA!", sostuvo el mandatario.
El informe final del comité fue recibido con escepticismo por parte de la oposición demócrata, cuyo líder en la junta, Adam Schiff, tildó las conclusiones de "deficientes" y "superficiales", según medios locales.
En sus conclusiones, el comité establece que "en 2015 Rusia inició una campaña que tenía por objetivo las elecciones presidenciales de Estados Unidos" y que fue puesta en marcha por orden del presidente Vladímir Putin, quien "buscaba crear discordia entre la sociedad estadounidense".
El objetivo del Kremlin, señala el comité, sería "socavar" la confianza del pueblo "en el proceso democrático".
De acuerdo con los legisladores, la maniobra de Moscú obedece a una estrategia del Kremlin, aplicada desde "hace al menos una década", para aprovecharse "del aperturismo y de la libertad de expresión" en Estados Unidos.
En este sentido, el informe concuerda con lo expresado por las principales agencias de inteligencia del país, que desde hace meses insisten en que hace décadas que Moscú intenta interferir de diversas maneras cada vez que se celebran unos comicios en EE.UU.
Pero el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Devin Nunes (republicano de California), volvió a criticar a las agencias de inteligencia por su respuesta a la injerencia rusa y por lo que consideró una censura "excesiva e injustificada" del informe, con supresiones que, en ocasiones, no obedecen a la confidencialidad de la información.
"Objetamos el número excesivo e injustificado de supresiones, muchas de las cuales no están relacionadas con información confidencial", denunció Nunes en un breve comunicado.
La redacción del informe ha estado envuelta en la polémica desde sus inicios debido a los intereses opuestos de las dos bancadas que tomaron parte en su elaboración; la republicana y la demócrata.
De hecho, los republicanos ya divulgaron el pasado mes de febrero, previa autorización presidencial y a pesar de la oposición de los servicios de inteligencia, su versión de los hechos, que fue tachada de partidista por la oposición.
Por este motivo los demócratas hicieron lo propio en marzo, si bien Trump, en esta ocasión, no dio su visto bueno, alegando razones de seguridad nacional.
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