La fuerza sindical de Culiacán, inquietudes, inconformidades, ira, irritación pero también agradecimiento, aplausos y reconocimientos fueron los ingredientes de la conmemoración del Día del Trabajo y del desfile por la avenida Alváro Obregón.
Desde su camino, los funcionarios encabezados por el gobernador Quirino Ordaz Coppel, se encontraron con un grupo de manifestantes obligando caminar por la banqueta.
El grupo de inconformes enfilo por la avenida hasta llegar frente al edificio del Ayuntamiento de Culiacán, donde inició las protestas por diferentes causas.
Integrantes de la CNTE, maestros jubilados, entre otras personas protestaron frente al balcón donde las autoridades se instalaron, las voces de inconformidad eran ahogadas en música de banda.
Transcurrieron los minutos y negaban a moverse del lugar impidiendo el paso a otros contingentes.
Pese al llamado de personal de seguridad para seguir con el desfile, las personas se negaban a retirarse.
La avenida Obregón se liberó cuando una camioneta a baja velocidad y personas a pie abrieron poco a poco paso para permitir la libre circulación de los contingentes contingentes que seguían como de la Universidad Autónoma de Sinaloa, JAPAC, Sindicato de Obreros y Campesino entre otros.
También la avenida la aprovechó una persona que además de vender sillas protestó ya que asegura que desde hace años no le entregan documentos en el ISEA.
Trabajadores de una empresa embotelladora se encintaron la boca y manos para externar inconformidad por los bajos salarios y altos impuestos.
También la polémica empresa concesionaria del corralón hizo acto de presencia con algunas unidades.
Para cerrar el desfile trabajadores del Sindicato del Ayuntamiento de Culiacán mostraron la fuerza del sindicalismo local.
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