El ajolote está a punto de desaparecer, pero por fortuna se hacen grandes esfuerzos por evitar su extinción. Cuenta una leyenda azteca que cuando se estaban haciendo los sacrificios para crear el mundo, el universo y la humanidad, el dios Xolotl usó sus poderes de transformación para no morir y se convirtió en un ajolote o ‘monstruo del agua’.
En la época actual, el ajolote originario de Xochimilco vuelve a encontrarse en peligro de muerte, pero esta vez de manera irremediable.
Luis Zambrano, investigador del Instituto de Biología de la UNAM, explica:
"En 1998 la doctora Virginia Graue hizo su primer censo y eran 6 mil por kilómetro cuadrado; nuestro primer censo bajó a mil; el siguiente censo bajó a 100, que fue en el 2008”.