Las lluvias y el calor son el caldo de cultivo perfecto para uno de los manjares más representativos y exóticos de la región central del país,en la sierra norte del estado mexicano de Puebla, Las Chicales.
La recolección de este tipo de hormigas se produce solamente una vez al año, entre los meses de mayo y julio. Los pobladores esperan las fuertes lluvias y a su paso se organizan para ir a los nidos.
La tradición de comerlas año con año ha hecho que los pobladores conozcan los puntos donde las hormigas hacen sus nidos. A pesar de esto cada año aparecen nuevos hormigueros ya que estos insectos tiene alas y pueden desplazarse grandes distancias para instalarse en otros lugares.
Este platillo de temporada puede alcanzar los 100 pesos (5,15 dólares) en los restaurantes locales.
En México el consumo de insectos es una herencia cultural de los pueblos indígenas prehispánicos que aporta un gran valor gastronómico y turístico.
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