Autoridades de Estados Unidos iniciaron el proceso de sustitución de la malla que divide la frontera Tijuana-San Diego por un muro metálico.
Los trabajadores comenzaron con el traslado de los pilares que reemplazarán al cerco de lámina que delimita el territorio de México con el de Estados Unidos.
Los barrotes de acero fueron colocados al oeste del área de la Mesa de Otay, en San Diego, California, justo en la zona colindante con el Aeropuerto Internacional de Tijuana, del lado mexicano.
En el área de Playas de Tijuana también comenzaron las labores de preparación del terreno.
Se estima que en esta semana inicien los trabajos de reemplazo de la malla.
La malla que desde 1990 formó parte del muro primario para decenas de migrantes que intentaron ingresar de forma ilegal a la Unión Americana fue retirada para colocar un cerco más sofisticado que medirá entre 5 a 9 metros de alto y que permitirá la visibilidad en ambos lados de la frontera.
El 18 de junio se reportó que este muro metálico afectará a por lo menos tres casas de familias mexicanas que viven pegadas a la frontera. Los trabajos a cargo de una empresa texana, con recursos aprobados durante la administración del presidente estadounidense Barack Obama, comenzaron a la altura del aeropuerto de Tijuana con la retirada de los primeros 50 metros de valla.
La valla retirada fue armada con secciones de plataformas metálicas utilizadas durante la guerra del Golfo e instalada en los años 90, y por lustros sirvió de muro a expresiones de rechazo a la política migratoria estadounidense.
Otro tramo del muro metálico se construye en el desierto de Santa Teresa, en Nuevo México, para reemplazar las barreras de metal que existían, a fin de impedir el cruce de migrantes indocumentados. Los trabajos los realiza la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.
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