Dieciocho fiscales generales demócratas, encabezados por Nueva York, pidieron que declare inconstitucional y ponga fin a la política de separar familias inmigrantes en la frontera de EEUU, en una demanda presentada hoy en una corte federal.
Piden además que ordene a la administración del presidente Donald Trump que informe dónde están los niños separados de su familia y que los menores sean reunificados con sus padres.
Al menos 2.342 niños han sido separados de sus padres desde abril pasado, cuando el Gobierno estadounidense inició una política de "tolerancia cero" que lleva a presentar cargos criminales contra cualquier adulto que cruza irregularmente la frontera con México, quien era entonces separado de los menores con los que viajara.
Igualmente solicitan a la corte que ordene al gobierno que pare su negativa a aceptar solicitudes de asilo en los puertos de entrada al país.
"El horrendo trato del gobierno federal a las familias inmigrantes que llegan a nuestra frontera es inconstitucional y contraria a lo que defiende este estado y nación", dijo en un comunicado el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, que la pasada semana había informado que demandaría al gobierno federal.
En la demanda también se argumenta que la administración Trump violó el derecho constitucional de los padres al separarles de sus hijos como parte de una rutina, sin evidencias de que éstos representen un peligro para los menores.
Se argumenta además que esta política se centra sólo en los inmigrantes que cruzan la frontera al sur del país, procedentes la mayoría de América Latina, y no en los que lleguen por el norte u otra parte, lo cual es "discriminatorio y viola la igual protección garantizada por la Constitución".
"Esta política es arbitraria e impredecible y la administración ha estado violando las leyes de asilo de EE.UU rechazando a la gente en los puertos de entrada sin permitirles que soliciten el asilo" y entrada al país bajo otras leyes de inmigración, señala el documento legal, presentado en la corte federal de Seattle.
El estado de Nueva York reclama por su parte haber sufrido daños, como su interés en mantener unidas a las familias, como resultado de la política de la administración Trump. Argumenta que mantener a los niños con sus padres es clave en el desarrollo del menor.
Alega que dicha política socava los intereses de Nueva York en la salud, seguridad y bienestar de los niños, a los que, reclama, se ha causado trauma severo.
Nueva York reclama también que se socavado su responsabilidad a supervisar los centros privados, a los que otorga licencia, donde han sido colocados estos niños que han sido separados de sus padres.
El gobierno federal informó a Nueva York, tras reclamos del gobernador Cuomo, que 1.292 niños han sido enviados a este estado, cifra que no ha sido verificada.
De acuerdo con Cuomo, ha podido confirmar que al menos hay 321 en once centros que proveen servicios a menores, de acuerdo con el comunicado en el que informó de la demanda.
Con información de EFE.
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