Hace algo menos de una semana, Marte volvía a acaparar las portadas de los periódicos de medio mundo. La razón no era la tormenta de polvo que envuelve al planeta rojo desde hace semanas —y que ha puesto en peligro al róver Opportunity—. En esta ocasión su impacto mediático se debía al hallazgo de un enorme lago de agua líquida en Marte, de veinte kilómetros de extensión, que reabría las esperanzas de encontrar huellas de vida pasada o presente.
Este martes 31 de julio, Marte se encuentra a la mínima distancia posible de la Tierra. Ambos planetas tienen una órbita elíptica alrededor del Sol y están ligeramente inclinados el uno sobre el otro. Según la NASA, la distancia más pequeña a la que pueden encontrarse es de 54,56 millones kilómetros (33,9 millones de millas).
Marte estará en el punto más cercano a la Tierra de los últimos quince años. Su proximidad hace que el planeta rojo se vuelva más brillante, motivo por el cual, durante el pasado eclipse de Luna del viernes 27 de julio, se podía apreciar un punto rojizo en el cielo. Sin embargo, no estará tan cerca como el 27 de agosto de 2003, cuando se localizó a 55,7 millones de kilómetros, la distancia más pequeña que alcanzó el planeta rojo en 60.000 años. Esta mínima distancia histórica no se repetirá hasta el 28 de agosto de 2287.
Por qué Marte está más cerca de la Tierra
El planeta rojo está en oposición a la Tierra, un momento en el que ambos mundos se encuentran alineados con respecto al Sol, lo que facilita su observación. Si Marte y la Tierra tuvieran órbitas circulares, la distancia que mantendrían entre sí sería siempre la misma. Sin embargo, ambos planetas cuentan con una trayectoria elíptica, parecida a la forma de un huevo, en su recorrido alrededor del Sol. Esto hace que, en ocasiones, su distancia sea de algo más de cincuenta millones de kilómetros y, otras veces, estén separados por cien millones de kilómetros.
Además, según explica la NASA, el tirón gravitacional cambia ligeramente sus órbitas, algo que ocurre especialmente en Marte por culpa de la influencia de Júpiter, el planeta más grande del sistema solar. Cuando el planeta se sitúa tan próximo a la Tierra, aparece como un punto rojizo muy brillante en el cielo, que se puede observar con telescopios e incluso a simple vista. Esta "vista excepcional" de Marte sucede una o dos veces cada quince o diecisiete años, a pesar de que el planeta rojo se sitúe en oposición con la Tierra cada dos años y cincuenta días.
Durante el acercamiento del planeta rojo, no veremos al planeta rojo tan grande como la Luna. Esta afirmación es un bulo que comenzó a circular por internet en 2003 y que hoy continúa propagándose en las redes sociales. Si el mensaje fuera cierto, la humanidad tendría un problema debido a los tirones gravitacionales que se producirían entre la Tierra, la Luna y Marte, explican desde la NASA. Lo cierto es que el satélite se encuentra a algo más de 300.000 kilómetros, mucho más cerca de la distancia que nos separa del planeta rojo.
Para ver Marte en el cielo, debemos buscar la constelación de Capricornio, a la izquierda de Sagitario, donde se situará el planeta rojo este verano. Esta región, cuentan los especialistas en astronomía, no se caracteriza por tener estrellas muy brillantes, lo que facilitará la observación de Marte a simple vista. Durante las primeras horas de la noche, estará hacia el horizonte sudeste. En el caso de que nos perdamos esta distancia mínima entre Marte y la Tierra, podremos disfrutar de un nuevo encuentro cercano el 6 de octubre de 2020.
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