La película animada Ana y Bruno, que se estrena este viernes, se convirtió en la más cara de la historia del cine mexicano al tener un presupuesto de 104 millones de pesos (mdp).
Después de 13 años de trabajo, el cineasta Carlos Carrera, ganador de varios premios internacionales como la Palma de Oro del Festival de Cannes, logró desarrollar una historia que busca romper los récords de asistencia.
"Es la película más cara de la historia del cine mexicano; lo que queríamos era que quedara bien, no teníamos prisa, sino que acabara bien y no importaba cuanto costara. Sabíamos teníamos esa historia maravillosa y este director maravilloso y el equipo de animadores que nos encontramos. Dijimos hay que hacerla como se debe, para que viaje y se pueda vender internacionalmente" indicó el productor Pablo Baksht.
¿De qué trata?
Esta cinta animada, toca distintos temas sobre las relaciones humanas. Narra la historia de Ana, una niña que acompañada de seres fantásticos sale a la búsqueda de su padre, con la intención de rescatar a su mamá de las temibles garras de un médico que la maltrata en un hospital psiquiátrico.
Ana y Bruno no es una película exclusiva para niños, “también los adultos, los adolescentes salen emocionados, fascinados y se la pasan muy bien.”
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