El primero de noviembre se conmemora a "Todos los Santos", tradición cristiana que quiere brindar la oportunidad de acordarse de aquellas personas y allegados que se consideran "santas", en el sentido de muy queridas.
El nombre vino de la conmemoración cristiana de los Santos, pero alcanzó un número tan elevado de estos que era imposible festejarlos durante todo el año. Por este motivo, se decidió concentrar la celebración en recuerdo de Todos los Santos el primero de noviembre.
En la Iglesia católica occidental, el primero que lo introdujo fue el papa Gregorio III, quien eligió este día porque coincidía con una de las festividades de los pueblos germanos y durante estos años, el objetivo de la Iglesia era ir eliminando todas las celebraciones paganas.
Aunque el papa Gregorio oficializó esta fecha, después de la Gran Persecución de Diocleciano una sangrienta persecución a los cristianos durante el poder romano, que dejó a muchos mártires en el camino, era común acudir a las tumbas de los seres queridos que fallecieron durante la persecución.
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