En Quintana Roo, las tierras que podrían ser afectadas por la construcción del Tren Maya no serán expropiadas. La idea es que los ejidatarios se conviertan en socios, es decir, que entreguen sus terrenos a un fideicomiso para convertirse en accionistas.
Pablo Careaga, uno de los coordinadores del proyecto del Gobierno de López Obrador, explica que la obra no comenzará el 16 diciembre. Falta licitar el proyecto ejecutivo y cumplir con las manifestaciones de impacto ambiental.
Luis Nah es indígena maya, vive en Playa del Carmen, Quintana Roo.
No participó en la consulta nacional, dice que no puede opinar de lo que no conoce.
Le preocupa escuchar que habrá negociación de terrenos para la construcción del Tren Maya.
Pablo Careaga Córdova es Coordinador del tramo Tulum-Bacalar del Tren Maya. Asegura que el proyecto cumplirá con todos los trámites. Aunque tome tiempo.
Explica el método en el que se obtendrán los terrenos: negociarán con los ejidatarios para que se vuelvan socios del proyecto a través del fideicomiso de inversión en bienes raíces, conocido como fibra.
El tren es un medio, no un fin. Conoce los diversos beneficios que traerá al sureste del país. pic.twitter.com/RvDl4fOKef
— Tren Maya (@TrenMayaMX) 26 de noviembre de 2018
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