Son múltiples las festividades que acompañan al mes de
diciembre, destacan las posadas y la navidad.
Existe un característico articulo que no puede faltar en ellas y que da vida a una de las tradiciones que distingue a los mexicanos por la diversión que causa en chicos y grandes, además de la historia que representa. Se trata de las mundialmente conocidas piñatas.
Desde hace más de 40 años, María del Socorro Rendón se ha dedicado a la elaboración de piñatas con el fin de brindar sustento a su familia. Impulsada por su marido, “Doña mari” inicio poco a poco, hasta lograr el estable y conocido negocio con el hoy cuenta, “Las mil piñatas”.
Esta noble labor pasó de ser un trabajo, a una pasión que ha logrado contagiar a sus hijos y que en la actualidad continua vigente.
En esta temporada navideña, las tradicionales piñatas de 7 picos son las más solicitadas.
Desde tempranas horas, “Doña mari” y su equipo de trabajo, integrado por familiares, preparan los elementos necesarios para formarlas. Papel periódico, engrudo y cartón, son unidos para iniciar con el molde y figura que se busca crear.
Una vez seco el molde, se hecha a volar la imaginación para decorarla con papel china de múltiples colores. Si es sobre pedido se hace al gusto del cliente.
“Doña mari” asegura que el crear estas piñatas, le ha dado diversas satisfacciones que la motivan a continuar.
Llena de ilusión, señala que continuará en esta labor mientras la vida se lo permita.
Decenas de piñatas salen por semana y son expuestas en su negocio ubicado en la calle Guillermo Nelsón. Lugar donde gracias a manos artesanales, paciencia, creatividad y amor, cobra vida el articulo que mantiene vigente esta querida tradición que se forra en cartón y se pinta de colores para alegrar a chicos y grandes.
