En
esta época navideña, las familias se reúnen para celebrar, y con ello llega la cena, los postres, el brindis y
aunque más de uno diga que comerá poco casi siempre les gana la tentación y
suelen ingerir grandes cantidades de comida o de alcohol además de desvelarse
un par de horas, provocando que el día siguiente nuestro cuerpo se encuentre
deshidratado y resentido con el malestar conocido como ‘cruda.
La ‘cruda’
es conocido en el área médica como veisalgia
donde algunos de sus efectos son amnesia,
alteraciones gástricas, dolor de cabeza, sed y dolor abdominal como muscular.
Por
lo que a continuación te enlistamos algunos consejos que te damos para curarte
de la cruda navideña.
Toma toda el agua que puedas
Es
recomendable beber agua antes, durante y después de tomar bebidas alcohólicas
ya que una de las causas de la cruda es por la deshidratación que provoca el
alcohol.
Come fruta
Come
una naranja, guayaba, mandarina, sandía o papaya debido que te ayudarán a que
recuperes la energía perdida.
Licuado de plátano con leche y miel
Para
regenerar los minerales perdidos, el potasio, magnesio y los electrolitos del
plátano son la mejor opción para lograrlo porque el plátano calma el estómago
revuelto y la leche hidrata, además de que la miel ayuda a balancear los
niveles de azúcar o glucosa.
Cucharaditas de miel
Al
tomar grandes cantidades de alcohol, se pierde potasio y fructosa por lo que
ingerir cucharadas de miel ayudarán a que los recuperes.
Ejercicio
Aunque
estés muy cansado es recomendable que vayas a caminar o a correr porque la
sudoración elimina toxinas del alcohol y ayuda a la circulación de la sangre,
lo que ayuda a contribuir que desaparezca el dolor.
Agua de limón
El
cítrico del limón ayuda a eliminar las toxinas, depurar el hígado y a recuperar
el PH del organismo.
Suero de agua, limón y mucha sal
La
sal ayuda a retener líquidos, lo cual es importante porque los tragos de
alcohol que se ingieren te deshidratan.
Vaso de leche
La
leche ayuda a eliminar las náuseas y también quitan la resequedad de la boca y
la garganta.
Fuente: Sipse
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