Lamentablemente el gran parche de basura del Pacífico conocido
ya como “continente de basura” crece de una manera alarmante día tras día.
El plástico oceánico persiste en las aguas superficiales del
mar debido a la salinidad y la mayor capacidad de flote a contrario del agua
dulce, eventualmente por el movimiento de las mareas se va acumulando en
ciertas áreas remotas de los océanos.
Entre las costas de california y Hawái el gran parche de basura del Pacifico o por sus siglas en inglés (GPGP) se ha formado y lamentablemente no es el único.
El consumo anual de plástico ha alcanzado la cantidad de 320 millones de toneladas, con más plástico producido en la última década que en todos los años pasados. El problema radica que una cantidad significativa del plástico producido es para un propósito efímero (envases de refresco, envolturas, entre otras cosas) y solo una pequeña parte de todo esto se puede reciclar o incinerar. La gran mayoría de todo el plástico producido en el mundo se encuentra en vertederos, en ambientes naturales o en los océanos.
Este continente se ha formado debido a que por lo menos el
60% del plástico producido es menos denso que el agua de mar; Cuando se
introduce al ambiente marino el plástico flotante puede ser transportado por
las corrientes marinas y los vientos fuertes, y este, a su vez, es degradado en
pedazos más pequeños y esto hace que su recolección sea más difícil.
Nosotros podemos hacer un cambio, no será fácil pero tenemos
que tener un paso constante, el no utilizar plásticos que vamos a desechar al
terminar de usar, o cargar nuestras propias bolsas al hacer un mandado puede
hacer la diferencia.
Actualmente existen varias iniciativas que la fundación AQUAE promueve para la sustentación de los océanos limpios, que aunque ayudan,
no son suficientes para regresar todo a la normalidad, es necesario la
contribución de cada uno de nosotros para lograrlo.