En Mazatlán nada del pescado se desperdicia, lo que para unos pareciera ser “basura” como las escamas y la piel, para otros son insumos que convierten en bellas artesanías que además de ser amigables con el medio ambiente son una fuente de empleo.
Es una actividad poco conocida en el municipio e incluso en el país, pero que es realizada por un grupo de mujeres familiares de pescadores que se dedican a elaborar collares, aretes, pulseras, cinturones y hasta sombreros con la piel y escamas del pescado, mismo que les es donados por pescadores del embarcadero de la Isla de la Piedra y de Playa Norte.
Es un proyecto original e innovador que además de desatar la creatividad de las mujeres es un aliciente económico para los días difíciles que enfrentan cuando hay veda en el sector pesquero, señaló Paola Luévano, coordinadora del proyecto.
Para realizar un producto con escamas es necesario limpiarlas y desinfectarlas con jabón y cloro, proceso que dura dos días, una vez desinfectadas se sumergen en pintura vegetal del color que se desee por 5 horas y después se secan una por una.
El proceso para la piel es casi el mismo, solo que para desinfectarlo se utilizan otros productos químicos que le eliminan el olor.
Una vez limpios los insumos, las mujeres que han vivido gran parte de su vida cobijadas por el sector pesquero le imprimen su creatividad y esmero diseñando productos únicos, desde los más sencillos hasta los más ostentosos.
Los puntos de venta están ubicados en la plazuela Machado frente al Acuario y en el mercado orgánico.
El grupo de aproximadamente 10 mujeres se encuentra satisfecho con esta labor donde le regresan a la pesca un poco de lo mucho que les ha dado.
