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Históricamente, las herramientas manuales han
acompañado al hombre en el quehacer doméstico, y actualmente resultan
indispensable en toda caja de herramientas. De mano, o convencionales, son muy
útiles para facilitar el trabajo que necesitamos ejecutar y que nos tardaría
mucho más tiempo o hasta nos resultaría imposible de lograr sin su ayuda.
No obstante, en los últimos tiempos la perfección de
las herramientas eléctricas ha empezado a sustituir, y a reemplazar
paulatinamente (en algunos casos) a sus pares manuales. ¿Por qué? Según POWERTOOLS, las herramientas que funcionan con electricidad
tienen mejores acabados, y brindan muchísimas más opciones que su competencia.
Por supuesto, han resultado más costosas también, pero
a largo plazo resultan una gran inversión. Como son más complejas, también
traen un manual de uso y recomendaciones de seguridad, ya que la electricidad
conlleva también responsabilidades en su uso.
Tenemos el caso de un destornillador, una de las
herramientas manuales indispensables en el hogar. Actualmente, los taladros
eléctricos también están diseñados para esta función, y últimamente los
taladros con baterías incluso están desplazando a aquellos que funcionan con
corriente eléctrica.
Como toda herramienta de trabajo, tiene sus ventajas y
desventajas. Por ejemplo, la ventaja principal del taladro es la rapidez con la
cual hace el trabajo. También tiene mejores acabados y potencia. Por su parte,
un destornillador manual es más barato y no consume energía eléctrica.
Si bien en el uso cotidiano aún las herramientas
manuales aún prevalecen, en el sector industrial las herramientas eléctricas
han reemplazado completamente a las convencionales. Y como lo señalamos, este
uso demanda la implementación de mayores medidas de seguridad y, en algunos
casos, la capacitación necesaria para su correcto uso.
Y es que según el Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS), en nuestro país se produce un
accidente laboral cada 63 segundos. Aunque en dicha estadística influyen varios factores, como las
condiciones laborales o las insuficientes medidas de seguridad establecidas por
el empleador, el mal uso de las herramientas eléctricas también forma parte de
estas preocupantes cifras.
Principalmente, y las que mayor medidas de seguridad
por parte del trabajador requieren, así como concentración y dedicación, son
las herramientas de corte. Basta un
descuido para ocasionar un accidente laboral irremediable.
Por ello, los propios
fabricantes han diseñado manuales de uso y recomendaciones antes, durante y
después de su uso.
Algunas herramientas requieren, por ejemplo, el uso
obligatorio de de gafas de seguridad, guantes y cascos. Antes de la
manipulación, el trabajador debe revisar que la herramienta no esté rota,
desafilada o dañada. En caso no se encuentre en buen estado, debemos rotularla
y ponerla fuera de servicio. Así también prevenimos que otra persona sufra
algún accidente.
Además, al momento de manipular una herramienta filosa
no debemos aplicar una presión excesiva, ya que esto puede ocasionar que se
caiga y resbale. Peor aún, no debemos tratar de atraparla en el aire, debemos
alejar las piernas y pies de su trayecto, para luego recogerla.
Por otra parte, el corte siempre se realiza en sentido
opuesto a la cara y el cuerpo, y si lo realizamos con una mano, no olvidar en
dónde ponemos la otra. Un descuido puede ser fatal. Y cuando dejemos de
usarlas, debemos guardarlas en una caja de herramientas o bastidor destinado
para tal fin.
Debemos recordar que México es uno de los países donde
más accidentes laborales se producen, y no queremos formar parte de dicha
estadística. Si bien los sectores industriales donde mayor cantidad de estos
desafortunados sucesos se producen son el de comercios y servicios, los más
graves ocurren en los sectores de construcción y transformación.