El rotavirus es una enfermedad en más común en bebés y niños pequeños, pero no se descarta que niños más grandes o adultos también puedan contagiarse por ello.
Los niños infectados pueden presentar diarrea líquida grave, vómitos, fiebre o dolor abdominal. Los vómitos y la diarrea líquida pueden durar entre 3 y 8 días. Otros posibles síntomas son pérdida de apetito y deshidratación (pérdida de líquidos corporales), lo que puede ser especialmente peligroso para los bebés y los niños pequeños.
Los signos de la deshidratación son principalmente el aumento de sed, menos orina, boca seca, menos lágrimas y bajan de peso. Para no presentarla es importante que cada vez que valla al baño se mantenga tomando suero para reponer los líquidos en pequeñas cantidades que ha perdido .
A medida que la deshidratación se vuelve más severa, su hijo se volverá malhumorado e irritable, sus ojos parecerán estar hundidos y es posible que aumente su ritmo cardíaco y su velocidad para respirar. Si la deshidratación continúa, los riñones dejarán de funcionar y el corazón no tendrá suficiente líquido para bombear. La presión sanguínea disminuirá y su hijo entrará en estado de shock.
Por esta razón es recomendable la vacuna contra el rotavirus en la infancia a la edad indicada. Primera dosis: 2 meses de edad, Segunda dosis: 4 meses de edad y Tercera dosis: 6 meses de edad (si es necesario).
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