El suicidio es un acto que se puede evitar, y la familia es uno de los principales elementos que juega un papel muy importante en la prevención del mismo, enfatizó Ulises Armenta López., Catedrático de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa .
Es de suma importancia generar programas de prevención y de ayuda tanto para las personas con ideación suicida como para sus familias, pues en los últimos años la taza de muertes por suicidio ha aumentado de manera alarmante.
El especialista llamó a estar atentos ante las señales de alerta que un ser querido, familiares o amigos pudieran estar presentando, en la idea de poder evitar y persuadir a esa persona que está pensando suicidarse.
El suicidio es un acto que se puede prevenir, no es un acto personal, no solo le concierne a la persona como tal, sino concierne a todos como sociedad, de hecho, la familia es uno de los principales elementos que juega un papel muy importante en la prevención del suicidio, porque ahí se construye un escenario de vida, sistemas de valores.
En ese sentido, mencionó que, algunos de los signos más frecuentes que pueden indicar que hay situaciones de riesgo son: hacer afirmaciones como “quiero morirme, desearía no haber nacido”; notar cambios en la conducta, depresión, aumento en el consumo de alcohol o de drogas.
Ante estos focos de alarma, dijo que es muy importante que familiares activen los recursos de ayuda y de apoyo y apliquen los primeros auxilios psicológicos, que hablen y escuchen a la persona, hacerla sentir acompañada, pero sobre todo, dirigirse de manera inmediata con un profesionista de la salud.
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