Pese a la tempestad, al día pintado de grises y a los cortes de electricidad en diferentes sectores de la ciudad, en el interior del albergue instalado en el Club de Leones de Mazatlán reinó un ambiente de algarabía.
El acorde de un grupo de guitarras y la voz a coro de turistas varados en el puerto dieron vida a una rondalla mientras afuera del recinto de la Avenida Insurgentes el cielo caía en forma de lluvia constante como parte de los efectos de 'Narda' en las costas sinaloenses.
Es que para un día lluvioso o nublado, no hay nada mejor que un corazón contento, o al menos eso nos compartieron nuestros visitantes refugiados en medio de la tormenta.
En el interior del inmueble autoridades municipales, del sector salud y de Cruz Roja se coordinaban para dar además de cobijo, alimentos calientes, colchonetas y demás servicios, que fueron posibles gracias a la anfitronía del espíritu leonístico en el puerto.
Así fue como el Club de Leones logró reunir más de 290 personas en el punto más álgido de la evacuación por las precipitaciones y rachas de viento que trajo 'Narda' a Mazatlán.
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