El colocar un Pino en casa, durante la época decembrina es una costumbre que muchas familias disfrutan; su decoración involucra a prácticamente todos sus integrantes, como parte del espíritu navideño que prevalece en ésta época del año.
Los pinos naturales tienen mucha demanda, pues las personas, gustan que el aroma de ese árbol, impregne sus hogares, por lo que prefieren comprarlos cada año, en lugar de adquirir un pino artificial.
En sus inicios ésta costumbre estuvo solo ligada a la religión, a la esperanza y a la bonanza.
En la antigüedad, los germanos, decoraban un roble con antorchas y bailaban a su alrededor; posteriormente el roble fue reemplazado por un Pino, como símbolo del amor eterno a Dios y se decoraba con manzanas y velas; pues el pino por ser una especie perenne, simbolizaba la vida eterna y su forma de triángulo la Santísima Trinidad.
Hoy las manzanas y las velas, se han sustituido por esferas y guirnaldas de luces de colores.
La estrella, es habitual ponerla en la parte más alta del pino, pues representa la fe que guía la vida, las cintas y moños, simbolizan la unión familiar, los angelitos, representan la conexión entre los humanos y el cielo y las luces, se encargan de iluminar el camino a la fe.
El Pino de navidad es un símbolo de unidad familiar que fortalece el amor, la fe y la esperanza.
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