Luego de sufrir un aborto espontáneo, una mujer de 23 años envolvió el producto en una bolsa negra y lo arrojó a las orillas del Río Bravo, cerca de su domicilio en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
De acuerdo con medios locales la mujer fue identificada como Jessica "N" de 23 años de edad, quien le aseguró a sus padres que había tenido su periodo menstrual por lo que estaba sangrando, sin embargo, sus progenitores comenzaron a sospechar que el sangrado no era normal, por lo que la llevaron al hospital para que recibiera atención médica especializada.
En el nosocomio, el médico que atendió a la joven, informó que no estaba en su periodo si no que había abortado y fue puesta bajo observación médica, además se dio aviso a las autoridades correspondientes.
La mujer terminó por confesar que tiró el cuerpo del bebé de 8 meses de gestación al río en una bolsa negra.
Tras realizarle una autopsia al cuerpo del bebé, personal médico forense logró encontrar residuos de oxígeno en sus pulmones, lo que sugiere que el bebé nació con vida.
Jessuca fue detenida por la Policía Estatal Investigadora y enfrentará cargo por homicidio luego de comprobarse que la bebé estaba viva al momento de nacer.