Mientras que la mayoría de las personas se preocupan por hacer compras de pánico en los supermercados existen muchas otras que están buscando cómo sobrevivir ante el covid 19 y no me refiero precisamente a cuestiones de salud.
La familia Aguirre Márquez vive en la invasión Jaripillo es solo un ejemplo de miles más que diariamente tienen que luchar para subsistir, el esposo de la señora Rosario acaba de agarrar trabajo como chofer de camión urbano gana por pasaje y como ahora hay menos gente en la calle sus ingresos son menores.
Tienen tres hijos, la mayor por el confinamiento preventivo tiene que hacer tareas en internet lo que les representa otro gasto ya que no cuentan con aparatos electrónicos.
Comer también se ha convertido en una preocupación pues los productos de la canasta básica van en aumento, de mascarillas y de gel antibacterial mejor ni hablamos.
Hasta el momento nadie se ha parado por estos rumbos para ofrecer un apoyo, una orientación, una esperanza ante la difícil situación que se avecina. O comemos o nos cuidamos esa es la disyuntiva de varias familias que viven en situación vulnerable no solo en Mazatlán sino en todo el país.
