Cuando el crudo
u otro energético pierden su valor y se vende en negativo, significa que la
empresa petrolera tiene sus reservas llenas y ya no puede almacenar más el
hidrocarburo, por lo cual debe pagar a otras compañías para que se lo lleven de
sus instalaciones.
Esto es justamente
lo que le pasará a Estados Unidos tras los números de hoy, en los que según la
agencia Bloomber, el crudo estadounidense se ha situado en -7.50 centavos de
dólar. Se trata de un hecho sin precedentes para esta industria petrolera.
La naturaleza
del funcionamiento del mercado de petróleo está detrás del brusco descenso que
está experimentando el West Texas.
Los contratos de
futuros de mayo expiran mañana y se han desplomado ante las reservas ya
almacenadas y las perspectivas de que el frenazo en la demanda continúe
limitando el consumo de crudo.
No se espera más
consumo, ya se tienen grandes cantidades de oro negro almacenadas y, por lo
tanto, los precios se hunden ante la falta de interés.
El mercado estadounidense es la principal referencia para la mezcla mexicana, por lo cual se prevé que ésta también vaya a registrar mínimos históricos en algunas horas.
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