Ladrilleros del canal alto, no han dejado de fabricar sus productos al estar conscientes de que una vez que pasen las medidas de restricción por la pandemia su economía se volverá a activar.
Javier alonso toda su vida la ha dedicado a la elaboración de ladrillos de forma artesanal y desde que tiene memoria nunca había pasado por una situación similar y su único temor es que la pandemia se pudiera alargar hasta el periodo de lluvias que es cuando ya no pueden trabajar libremente.
Actualmente, señala que no le ha ido tan mal pues tiene sus ahorros, pero para no desperdiciar su tiempo se ha fijado una meta de 500 ladrillos diarios, con el fin de tener suficientes para vender cuando todo regrese a la normalidad.
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