Hoy hace 14 años que el astro francés Zinedine Zidane, jugó su último partido como profesional luego de 17 años de carrera. Ese día, en el Santiago Bernabéu, el francés anotó un gol frente a Villarreal en un encuentro que terminó 3-3, pero que más allá del resultado significó el adiós de uno de los hombres más talentosos de los últimos 20 años.
Ese día, Juan Román Riquelme se quedó con la que podría ser una pieza histórica, si se quiere, al buscar a Zidane al final del encuentro y cambiar camisetas con él. Fueron cinco temporadas para un total de 227 partidos, 49 anotaciones y 68 asistencias para el volante que comandó al famoso Real Madrid de los galácticos.
Todos querían abrazarlo y Zidane disimulaba las lágrimas, y entró por última vez por el túnel hacia los camerinos mientras en la pantalla del estadio aparecía una imagen suya con las palabras “Gracias, Zidane”.
Nueve años después saldría otra vez por ese lugar, ya no con botines de fútbol, sino de vestido, elegante y siendo el entrenador del club en el que se retiró del fútbol. Zidane, el histórico jugador, volvió para convertirse en el histórico entrenador que ganó tres Champions League, el mismo a demostrado que es posible brillar en el terreno de juego y en los bancos haciendo parte del grupo selecto y exclusivo de quienes lo han hecho.