Las autoridades españolas están bajo presión para revivir una economía en decadencia con un aumento vertiginoso del desempleo.
Con la pandemia de coronavirus bajo control tras varias semanas de reducción de las cifras de contagios y de muertos, el 51 por ciento de los habitantes del país entran en la llamada fase 1 de transición progresiva a la normalidad después de una estricta fase de confinamiento desde el 15 de marzo.
El Ministerio de Salud informó de 143 muertes confirmadas por el virus, el aumento diario más bajo desde el 19 de marzo. El número total de decesos en España es de 26 mil 621 desde el inicio del brote.
Siendo este país de Europa, uno de los más afectados por la pandemia, su esfuerzo por regresar escalonadamente a la normalidad pone expectante al mundo, pues podría servir de ejemplo de cómo podría resultar en otros países del mundo con afectaciones similares.
Los propietarios de bares y restaurantes en ciudades como Sevilla y Bilbao podrán abrir el 50 por ciento de sus sillas al aire libre para los clientes, mientras que los residentes podrán reunirse en grupos de hasta 10 personas e ir a la iglesia, teatros y museos en cantidades limitadas.
Pero los residentes de Madrid y Barcelona, que son las dos importantes ciudades han sido las más afectadas por el Coronavirus, tendrán que esperar. El gobierno permitió otras áreas flexibilicen aún más las restricciones vigentes desde hace casi dos meses.
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