El estudio analizó 48 casos de 14 hospitales entre finales de marzo y principios de abril, y detalla que dos niños murieron, 18 necesitaron de un ventilador y dos de ellos permanecen con aparatos de respiración asistida tras más de un mes, según apuntó la doctora Lara S. Shekerdemian, jefa de cuidados críticos en el Texas Children's Hospital y autora del estudio.
Esto refuerza la evidencia de que solo un pequeño porcentaje de niños se ve gravemente afectado por el virus, aunque confirma que algunos pueden enfermarse "de forma devastadora", especialmente si cuentan con enfermedades previas.
La gran mayoría de los pacientes, unos 40, incluidos los que murieron, tenían afecciones médicas preexistentes y casi la mitad de esos pacientes contaban con trastornos complejos del desarrollo, como parálisis cerebral o se les había practicado tratamientos como traqueotomías o sondas de alimentación, así como cáncer o sistemas inmunodeprimidos por trasplantes de órganos o afecciones inmunológicas.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, subrayó que se están detectando evidencias de que la COVID-19 está causando "enfermedades graves" en niños con síntomas similares a la enfermedad de Kawasaki y a un síndrome parecido a un "shock tóxico".
El estado de Nueva York se mantiene como el gran epicentro de la pandemia, con 337.000 contagios y más de 26.000 decesos. Se estima que solo en la ciudad de Nueva York han muerto más de 19.000 personas.