Tres años se han escrito en el libro de la ausencia de Javier Valdez, periodista, escritor, amigo y en algunas ocasiones hasta cómplice y compañero de parranda, su falta no es posible, no es permitible , permanecen sus historias, quedaron sus letras, se mantienen sus memorias..
¿Que hubiera escrito Javier, de la pandemia me pregunto? al cumplirse tres años de fallecido, el maldito coronavirus, no permitió ese encuentro que el periodista del sombrero dejó para congregar, por lo menos para reunir a conocidos, desconocidos y hasta enemigos..
A través de una transmisión conjunta, en su memoria se leyeron, fragmentos, de sus libros y crónicas, como una forma de homenaje, de recuerdo, de resurrección, en un milagro llamado red virtual..
La mala yerba crece, con el abono del replicar de su lectura y se alimenta de las lágrimas que se derraman por la ausencia de quienes hoy la cosecha, no como una plaga, si no como el alimento del recuerdo.
Hasta siempre vato...