El
estadio San Siro de Milán, uno de los grandes templos del fútbol
mundial y casa del Milan y del Inter, ya no está considerado como
una estructura de "interés cultural" y podría ser
derrumbado en los próximos años para dejar paso a la edificación
de un nuevo coliseo para los clubes milaneses.
El
veredicto lo dio recientemente la Comisión regional para el
patrimonio cultural de Lombardía (norte) en un documento en el que
se asegura que ya no quedan restos suficientes del San Siro
originario para que se considere un bien de interés cultural para la
ciudad.
"El
estadio Giuseppe Meazza no presenta interés cultural y por lo tanto
está excluido de las disposiciones de tutela por esta razón: se
trata, en este momento, de una estructura arquitectónica en la que
los restos del estadio originario de 1925-1926 y la ampliación de
1937-1939 son residuales con respecto a las siguientes intervenciones
de adecuación y ampliación, realizadas en la segunda mitad de
1900", se lee en el documento firmado por la Comisión regional
lombarda.
Todos
en Milán tienen claro el significado simbólico de San Siro para la
ciudad, pero se considera oportuno que su leyenda se adecué a los
tiempos y siga en una nueva estructura, que debería estar lista
antes de 2024.
Así, los dos clubes planean derrumbar parcialmente
el actual estadio para que haya espacio para construir al nuevo y,
entre las hipótesis, está la de mantener una parte del viejo
coliseo para convertirlo en una ciudad deportiva para los ciudadanos.
Ambos
clubes planean edificar un nuevo San Siro inspirado en el estilo
gótico del Duomo milanés y en la Galería que surge a pocos metros
del monumento símbolo de la ciudad lombarda.
El segundo proyecto
prevé unas líneas futuristas, marcadas por dos anillos que se
entrelazan y que simbolizan la unión entre el pasado y el futuro del
Inter y del Milan.
Se trata de una decisión que mira al futuro,
que ya fue tomada por varios clubes a nivel europeo.