Hasta 120 camiones urbanos por día son revisados para verificar que se cumplan las medidas de sanidad para evitar la propagación del Covid-19.
El grupo especial de inspectores de la Dirección de Vialidad y Transportes del Estado, trabaja en el horario pico de la mañana, entre las 7 y las diez, sanitizando las unidades del transporte público que circulan por la ciudad y verificando que los choferes y los usuarios usen cubre bocas. Además supervisan que las unidades vayan como máximo al 50% de su capacidad para evitar la cercanía entre los pasajeros.
Los usuarios bajan de las unidades y luego de que asientos y pasamanos son rociados con desinfectante, vuelven a subir para continuar su trayecto.
En caso de que el chofer o alguno de los pasajeros no traigan puesto el cubrebocas, el que va al volante recibe una multa.
Otro motivo de sanción administrativa también es que el conductor lleve más pasaje de lo permitido. Sólo puede llevar la mitad de su capacidad.
