En la colonia Francisco I Madero algunas de las irregulares y empinadas calles se convierten en arroyos cuando llueve en la capital.
Un peligro para las familias que viven en estos bajantes de agua, como lo relata el señor Paulino Lizárraga, vecino de la calle Cerro de la Chuparosa, quien tiene su vivienda donde empieza bajar la calle del cerro.
Desde ahi, desde la calle Primera, pasando por la 22 de julio, la 18 de octubre hasta la 5 de febrero, el camino -que piden sea pavimentado- se convierte en un caudaloso y muy peligroso arroyo