Genevieve era un potente huracán de categoría 4 el martes, pero para la noche del miércoles se había debilitado mientras pasaba por Los Cabos, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
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— Chris Cassidy (@Astro_SEAL) August 19, 2020
Genevieve tenía vientos máximos sostenidos de 130 kilómetros por hora (80 millas por hora) el jueves temprano y estaba a 115 kilómetros (70 millas) al oeste del extremo sur de la península bajacaliforniana. El huracán se movía con dirección noroeste a 18 km/h (9 mph).
El centro de huracanes pronosticó que el huracán permanecerá en el océano Pacífico a medida que avance rumbo noroeste paralelo a la costa de Baja California durante el jueves, desatando vientos y lluvias capaces de provocar inundaciones. Sin embargo, advirtió que incluso un leve giro hacia el este generará vientos huracanados en tierra.
Se reportaron dos muertes en el área debido a la marea alta. La policía en Cabo San Lucas informó que el martes una joven de 15 años fue arrastrada por una ola enorme y un adulto trató de rescatarla. Ambos perecieron.
En medio del viento y las lluvias, las autoridades han ido de puerta en puerta en las zonas bajas llamando a la población a trasladarse a albergues temporales.
El director de protección civil de Los Cabos, Erick Santillán, dijo el miércoles que más de 100 personas estaban en refugios. La alcaldesa de Los Cabos, Armida Castro Guzmán, dijo que los refugios cuentan con personal médico y que hay lugares para aislar casos positivos o sospechosos de COVID-19.
Más de 10.000 familias viven en endebles casas de madera y cartón en Cabo San Lucas que suelen ser evacuadas en tiempos de tormenta.
Las autoridades del estado de Baja California Sur informaron que hay 15.000 turistas extranjeros, la mayoría en la zona de Los Cabos, que prácticamente había estado vacío debido a las restricciones por el coronavirus. La ocupación hotelera estaba al 20%.
