Con 94 años sobre la espalda, Don Miguel sigue enfrentándose a los retos de la vida, entre ellos, el que asegura, ha sido el más grande por lidiar, se llama Covid 19.
Presenta ceguera, ya no escucha bien y tiene problemas para desplazarse. Aún no ha resultado infectado con el virus, pero afirma que ha vivido en carne propia las consecuencias que ha tenido la pandemia en lo económico, lo emocional y hasta en lo burocrático siendo beneficiario de los programas sociales para adultos mayores del Gobierno Federal.
Miguel Enrique Toxtle Herrera, lleva más de 60 años dedicado al comercio, pero señala que ninguna de sus décadas remotas se compara con lo que actualmente le ha tocado sobre llevar, vendiendo juguetes y figuras de plástico en calle, para poder obtener el ingreso con el cual sostenerse.
Con todo y su avanzada edad, junto a uno de sus hijos es parte del sostén de su hogar desde que su esposa falleció, teniendo a su cargo un joven con discapacidad.
Es parte de la población de adultos mayores que se mantienen activos pese a la vejez.
De acuerdo con las estadísticas del INEGI, en el país residen 15.4 millones de personas mayores de 60 años, 4 de cada 10 de ellas viven solas y siete de cada 10 presentan alguna limitación o discapacidad como Don Miguel.
Su historia se ha vuelto algo común en Mazatlán contada en diferentes rostros, una situación que la actual emergencia sanitaria ha venido agravando.
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