Llegó el momento y aunque para muchos es muy temprano en el torneo, la realidad es que el Clásico entre Barcelona y Real Madrid no puede llegar en mejor momento.
Un Real Madrid en busca de una victoria balsámica visita el sábado a un Barcelona, que quiere certificar su senda ascendente, en el primer clásico de la temporada, por primera vez sin público en el Camp Nou por la pandemia.
El equipo blanco, que perdió el liderato liguero el fin de semana pasado tras caer 1-0 en su casa ante el Cádiz, llega lleno de dudas sobre su juego al estadio azulgrana.
La derrota el jueves, de nuevo en su estadio, ante el Shakhtar Donetsk 3-2 en la Liga de Campeones sólo sirvió para profundizarlas a las puertas del primer clásico de la temporada. "Mañana es un escenario importante para cambiar nuestra imagen", dijo este viernes el técnico del Real Madrid, Zinedine Zidane, insistiendo en que "lo bueno del futbol es que tú puedes cambiar la situación".
Y es que una tercera derrota consecutiva a manos del eterno rival azulgrana acabaría por hacer explotar la crisis y eventualmente amenazar el puesto de Zidane.
Tras acabar en tromba la pasada temporada, ganando 10 de 11 partidos tras el confinamiento para llevarse el título liguero, los merengues han empezado la temporada de forma diferente.
La solidez defensiva que le sostuvo en la última parte de la temporada se ha debilitado y también ha bajado el rendimiento ofensivo con un Karim Benzema, que sólo lleva un gol en cinco partidos.