Este 2 de noviembre fue diferente, en los panteones no tocaron mariachis ni se vivió una fiesta como en otros años, la pandemia limitó las actividades pero eso no evitó que los vivos recordarán a sus muertos.
Durante el fin de semana trabajadores del panteón registraron ingresos de hasta 250 vehículos por hora, pero en su mayoría se quedaban poco más de 2 horas conforme se solicitó con la autoridad.
A lo largo de la calzada Francisco Villa nueva so colocaron tránsitos municipales para cuidar un orden en el camino, a las 8 de la noche, se implementó un operativo para retirar a las personas en el panteón y sus alrededores.
Sin niños, ni adultos mayores y con cubre boca, este año el dia de muerto se vivió con tranquilidad, cerca de nuestros seres queridos que han partido al otro mundo y la familia que aun nos acompaña en esta vida