El primer caso de COVID en el mundo se registró en China el 17 de noviembre del 2019, pensábamos que estábamos lejos de que se registrara un caso en Sinaloa, la movilidad de las personas hizo que el virus empezara a propagarse con mucha rapidez y lo que no queríamos llegó.
La noticia corrió como pólvora, era incertidumbre, pero también empezaba el pánico.
Era un 27 de febrero a las 23 horas cuando arribó a Sinaloa un hombre de 41 años procedente de Italia, el cual presentaba algunos síntomas como irritación, dolor de cabeza, escurrimiento nasal y dolor de espalda, pero no fue hasta el 28 de febrero del 2020 cuando las autoridades de salud en Sinaloa confirmaban del diagnóstico positivo de esta persona.
De inmediato se establecieron los protocolos de aislamiento y vigilancia del paciente, el cual estaba en un hotel de la localidad, sitio que se convirtió en lugar de transmisión de los medios de comunicación en espera de novedades de este segundo caso a nivel nacional.
El mismo Secretario de Salud en Sinaloa, Efrén Encinas Torres, dijo que el paciente que no requirió hospitalización, comentaba de la evolución del caso a la par que pedía a la población evitar caer en pánico.
Junto con esta persona confirmada, se aisló a su acompañante el cual no presentaba síntomas, con técnicas de seguimiento epidemiológico, trás hacerse los estudios correspondiente se confirmó que estaba negativo a COVID-19.
Tras días aislados el paciente fue dado de alta y se regresó a su lugar de origen, pero en Sinaloa ya nos había quedado claro que el virus estaba con nosotros y que los casos se iba a seguir presentando.
A pesar de que los casos empezaban a registrarse, había gente que no creía en el COVID acusaban al gobierno de ser una estrategia política, cuando el mismo gobierno no tenía claro las estrategias a implementar ante un virus nuevo en el mundo.
Llegó la pandemia, con ellos casos quizás al principio de gente no tan cercana a uno, pero poco a poco el círculo se fue reduciendo, cada vez eran y son mas conocidos los que se contagian algunos asintomáticos, otros con síntomas pero en casa, otros mas en hospitales con oxígeno, otros mas intubados y otro mas perdiendo la vida por COVID.
La pandemia nos cambio nuestra vida, algunos hospitales se volvieron COVID para atender a pacientes exclusivamente con este padecimientos, médicos que se enfrentaban y enfrentan a este virus y a la ignorancia e insensibilidad de las personas, la casa se volvió la oficina, la casa se convirtió en escuela, negocios cerraron hasta ahora empiezan a aperturarse, muchos empleos se perdieron, negocios que en definitiva ya no abrirán.
Hoy tenemos en Sinaloa cerca de 33 mil casos confirmados por COVID, casi 5 mil muertos, y se han recuperado más de 27 mil personas.
Estamos aprendiendo a vivir con el virus, a entrar a esta nueva normalidad, a esperar con esperanza y ansia la vacuna para todos.
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