Gladis Lara, trabajó por tres años y medio en el Tribunal Electoral del estado de Sinaloa. Laboró hasta el pasado jueves 22 de abril, cuando le llegó el recorte.
Despido de personal que empezó a partir de enero con la llegada de la nueva magistrada Verónica Elizabeth García Ontiveros: primero con siete empleados y la semana pasada, con dos más, entre ellos Gladis.
Un trámite que pudo hacerse de manera rutinaria, se salió de control cuando llegó la agresión verbal y física por parte de Guillermo Franco, abogado que fue comisionado para el despido, quien llegó con la “renuncia voluntaria” para que fuera firmada. Al negarse Gladis y pedir que si ya no necesitaban sus servicios, la despidieran, conforme a la Ley, el abogado empezó con agresiones verbales y después físicas.
Acudió a la Coordinación de Unidad de Atención Temprana y Primer Contacto, de la Fiscalía de justicia de Sinaloa a poner la denuncia. Le dijeron que no se podía porque era un delito electoral, porque la agresión fue en las instalaciones del Tribunal Electoral de Sinaloa, por lo que tenía que acudir a otra instancia.
La agresión contra su persona quería ser denunciada y entonces contrató al abogado Raúl Estrada, quien acudió en dos ocasiones a la fiscalía; la denuncia no era recibida, porque insistían que para que fuera violencia de género, tendría que haber existido una relación sentimental entre ella y el agresor.
Después de una semana de ocurrido el episodio y luego de tres intentos por poner la denuncia, éste jueves, la Coordinación de Unidad de Atención Temprana y Primer Contacto, de la Fiscalía de justicia de Sinaloa, a través de un ministerio público, recibió a Gladis y a su abogado, para dar trámite a la denuncia.
