Después de registrar aglomeraciones antes de su apertura la afluencia de dolientes en los panteones de la ciudad se presentó de manera ordenada.
Desde las 6 de la mañana hubo personas haciendo fila que se quejaron porque los campos santos no abrieron sus puertas a la hora establecida.
Los filtros establecidos en los accesos prohibían el acceso con comida, bebidas alcohólicas, sillas, paraguas de piso y herramientas de jardinería o cubetas, determinación que también genero algunas molestias.
Al interior la presencia de cadetes de la secretaria de seguridad pública ayudaron a cuidar que no se dieran aglomeraciones permitiendo solo 4 personas por cada tumba.
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