En una visita cargada de misterio y generando polémica previamente por darse en tiempos electorales, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador llegó al sur de Sinaloa este fin de semana.
Como se había mencionado recorrió el sábado en agenda privada los terrenos donde se construye la Presa Santa María en El Rosario, obra para la que este año se han asignado en inversión federal mil 100 millones de pesos.
De acuerdo con el Comité Baluarte Presidio, la Santa María registra un avance general del 25 por ciento, esperando quedar concluída hacia el 2023, con la misión de irrigar hasta 25 mil hectáreas y dotar del agua suficiente para consumo humano a los municipios de Rosario y Escuinapa.
Esa noche el mandatario federal pernoctó en un hotel de Mazatlán, para el domingo por la mañana trasladarse vía carretera a la zona rural de Concordia, a la comunidad de la Puerta de San Marcos, donde se sitúa la Presa Picachos.
El acto protocolario fue presidido sólo por López Obrador y unos cuantos invitados entre ellos el Gobernador del Estado de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, siendo restringido el acceso a medios de comunicación.
Allí el Presidente supervisó el inicio de la primera etapa del distrito de riego, para el que se liberaron recientemente del orden federal 563 millones de pesos a aplicarse este año.
Como inversión total para la Picachos, se estima erogar 2 mil 700 millones de pesos, beneficiando así a 3 mil productores de 16 comunidades mazatlecas.
Trascendió que en esta gira por Sinaloa, el Gobernador, Quirino Ordaz Coppel aprovechó para solicitar a López Obrador su apoyo para atender la sequía severa que enfrenta la entidad, esperando tener una respuesta favorable en estrategia y recursos extraordinarios en lo próximo.
Una vez concluida la visita al embalse de la presa, el Presidente de México partió resguardado por elementos de la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional rumbo a Durango.
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